1ª semana de cuaresma - miércoles
Qué es la LECTIO DIVINA |
40 días navegando hacia la conversión
7ª Día: La promesa de Dios no es en vano, Él es el primero a hacer germinar lo plantado
EVANGELIO EN AUDIO textos y comentarioPreparación:
Enciende mi corazón con el fuego de tu palabra. Dame tu Espíritu para que me transforme en ins-trumento dócil de tu voluntad.
Lectura:
El mensaje del libro de Jonás es claro: mostrar cómo los habitantes de Nínive (paganos) hacen caso de la predicación de un profeta y se convierten, mientras que Israel, el pueblo elegido, a pesar de tantos profetas que son enviados por parte de Dios, cierra sus oídos y corazón. Algo parecido sucedió con la reina de Saba, que vino desde muy lejos atraída por la fama de la sabiduría de Salomón. Por eso, Jesús se queja de que sus contemporáneos no han sabido reconocer en Él al enviado de Dios... “Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron”.
Meditación: Nosotros estamos más cerca que la reina de Saba. Escuchamos a diario la Palabra de uno mucho más sabio que Salomón. Nos interpelan el anuncio y la denuncia de un profeta mucho más grande que Jonás. Ahora bien, ¿le hacemos caso?, ¿nos hemos puesto ya en camino de conversión?
En Cuaresma, la Palabra de Dios nos plantea la urgencia de la conversión (metánoia, cambio de mentalidad) ante los signos que Dios nos da de sí mismo. Pero para leer las señales de Dios hace falta una disposición de fe. Dios no avasalla, sino que enamora. Jonás anunció que “dentro de cuarenta días Nínive será arrasada”. A nosotros se nos invita a contemplar estos cuarenta días como preparación para la Pascua, la gran ocasión de sumarnos a la nueva existencia traída por Cristo mediante su muerte y resurrección.
Oración: Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame con espíritu firme, que sepa reconocer en tu Hijo Jesucristo a tu enviado, la Palabra hecha carne para nuestra salvación.
Contemplación: Los de Nínive se convirtieron a Dios cuando oyeron a Jonás. Pues aquí hay uno que es más que Jonás.
Acción: Hace una semana que iniciamos la Cuaresma: ¿está cambiando algo en mi vida?