Ubicada en el sur del Gran Buenos Aires, la diócesis quilmeña comprende tres distritos: Quilmes, Florencio Varela y Berazategui. Tiene 580 kilómetros cuadrados y más de un millón de habitantes con un alto índice de pobreza.
Monseñor Jorge Novak fue su primer obispo desde 1976 hasta su fallecimiento, en 2001. Desde su origen, esta diócesis estuvo signada por una fuerte opción por los pobres y por un compromiso -muy valiente y arriesgado- en la defensa de los Derechos Humanos en esos difíciles años de la Dictadura militar. Desconsoladas familias de desaparecidos encontraron en Mons. Novak una acogida fraterna y afectiva y una decidida acción de rastreo y denuncia, pese al clima de violencia y de miedo.
GINO GARDENAL
En esos momentos tan duros para Argentina, en 1978, Mons. Novak ordena sacerdote a un cura italiano que iba a hacer historia en esta diócesis sureña. Era Gino Gardenal, con sus frescos 28 años y muchas ganas de ayudar a esa comunidad tan distinta de su Treviso natal. No sorprende que su primer trabajo pastoral fuera la creación de un comedor popular… Y tampoco sorprende que la iniciativa no fuera bien mirada por las autoridades militares de la época que vigilaban y desconfiaban de las movidas populares.
Siempre instalado en la zona de Bosques, fue recién en 1991 cuando su fecunda creatividad y su entrega al prójimo vivida apasionadamente lo llevó a dos proyectos que aún hoy llevan el sello de su particular originalidad: la Carpa Misionera y la Casa de Retiros Espirituales Cura Brochero.
Vivió su fructífero sacerdocio con alma misionera, en ningún momento aflojó frente a todas las necesidades de su pueblo, y trabajó duro para los más pobres entre los pobres.
Murió de un infarto cardíaco en el templo. Y fue velado en su querida Casa de Retiros Cura Brochero, bajo el cobijo de su Carpa Misionera. Allí descansan sus restos, despedidos por una muchedumbre de fieles dolidos por la pérdida de su valioso pastor, "el cura de los pobres".
Los amigos de Gino lo recuerdan como devorado por el ansia de llegar a todos, de hacer una iglesia de puertas abiertas y corazón cálido y acogedor, y de caminar hacia aquellos a quienes más les cuesta acercarse. La suya era una opción por los pobres total. Incondicional. No muy frecuente.
Las palabras de su hermano en el sacerdocio y en la Opción por los Pobres, padre Eduardo de la Serna, nos ayudan a entender su valioso carisma: "Hoy murió Gino. Nada menos que un cura. Hace un rato me avisaron que murió de un infarto. En realidad, casi diría que a Gino lo mataron. Lo mató su amor por el ministerio, lo mató su pasión por los pobres, lo mató su fidelidad a la Iglesia. Y quizás también cierta incomprensión…".
EL PADRE LUCIO,
SUCESOR DEL PADRE GINO
El padre Lucio Carvalho Rodrigues, discípulo del padre Gino, fue designado por el obispo para hacerse cargo de la Carpa y de la Casa de Retiros Espirituales Cura Brochero.
No le faltan ocupaciones: es, además, profesor de Teología Moral, rector del Seminario María Reina de los Apóstoles de la diócesis de Quilmes e integrante del Movimiento de Curas en Opción por los Pobres.
Antes de hacerle unas preguntas, leemos el volante de convocatoria para la última gira misionera de la carpa, del 5 al 15 de junio último en Florencio Varela. Dice así:
"Es una buena oportunidad para invitar a esta carpa a todas aquellas personas que quieran recibir los Sacramentos de la Primera Comunión, la Confirmación, el Bautismo y el Matrimonio".
El Mensajero de San Antonio: Padre Lucio, pareciera un plazo muy corto para la preparación... ¿Cómo es el plan pastoral de esos días?
Padre Lucio: No crea… Son días muy intensos… La misión con la carpa dura dos semanas. En la primera semana, los misioneros/as visitan las casas, las bendicen, invitan a las actividades de la carpa y les dejan la estampa de la Virgen de Luján. Eventualmente, el sacerdote o diácono visita a los enfermos, llevándoles la comunión y celebrando los sacramentos de la Reconciliación y Unción de los Enfermos. Todos los días se reza el rosario a la mañana, se celebra la Eucaristía por la tarde y se organizan juegos y merienda con los chicos del barrio.
MSA: Algo así como "salir a pescar fuera de la pecera"…
Padre Lucio: Y sí… algo así… El objetivo de la carpa es llegar a la gente más marginada de nuestros barrios, asentamientos y villas, a aquellos a quienes con la pastoral ordinaria no llegamos. Buscamos que puedan tener la experiencia de que Dios está cerca de los pobres, que los ama de manera especial y que no se olvida de ellos.
MSA: Y por eso los sacramentos son como un gesto de amor del Señor que quiere confortarlos, antes que un 'trámite' con 'requisitos y normas'.
Padre Lucio: Un poco sí. Creemos que los sacramentos son signos privilegiados que manifiestan esta condescendencia de Dios hacia la humanidad y, particularmente, hacia quienes están más necesitados de su consuelo y fortaleza. Durante la segunda semana, ofrecemos la posibilidad de prepararse para recibir los sacramentos. Partimos del hecho de que la gente que se acerca a la carpa tiene fe, pero que, por diversas razones, en general vivencias muy dolorosas, no ha podido recibir los sacramentos. El tiempo de la carpa es un tiempo de jubileo: un momento de gracia extraordinaria que, como Iglesia de Quilmes, queremos celebrar y propiciar. Ésa fue la gran intuición del Padre Gino Gardenal, creador y acompañante de esta experiencia pastoral hasta su muerte el año pasado; intuición que acompañó y promovió nuestro primer padre obispo Jorge Novak, participando de las clausuras de cada misión y celebrando personalmente la Eucaristía y los sacramentos. El obispo actual, Luis Stöckler también acompaña, en la medida de sus posibilidades, el cierre de cada misión.
MSA: Ya casi la carpa va a cumplir 20 años… ¿Qué evaluación se puede hacer de esa experiencia de catequesis 'intensiva'?
Padre Lucio: En todos estos años se han realizado alrededor de 200 misiones. Y la evaluación que hacemos es altamente positiva. En principio, porque nuestra llegada es sobre todo a aquellos que están sufriendo, aquellos que para nuestra sociedad no cuentan y que muchas veces también se sienten excluidos de las estructuras eclesiales. El hecho de que puedan sentirse incluidos en la comunidad eclesial a través de la experiencia de la misión con la carpa ya es un logro importantísimo. Su sentir y vivencia con respecto a la Iglesia cambia por esta vivencia. Tenemos la experiencia de mucha gente que, ante un nuevo armado de la carpa en otro barrio, se acerca para compartir la misión, la Eucaristía, el trabajo… se siente Iglesia. Otros quedan enganchados en la tarea pastoral de su parroquia. Y, por supuesto, hay cuestiones que no podemos evaluar. Lo que el Espíritu Santo trabaja en cada persona y familia visitada no siempre puede ser medible o cuantificable. Nos consta lo edificante y alentador que es para las familias pobres el paso de la 'Carpa de la Virgen'.
MSA: ¿Cómo trabaja espiritualmente el grupo misionero entre una misión y otra? ¿Hay gente de todas las edades? ¿Qué se les pide para poder participar?
Padre Lucio: Hay un grupo estable de la carpa con el cual nos reunimos cada tanto para ver detalles de la misión. De todos modos, la tarea en cada misión se realiza con la gente de cada parroquia. La idea es que la misma comunidad tome la tarea de llevar adelante las distintas actividades: visita a las casas, catequesis, juegos con los chicos, preparación de las tortas fritas y mate cocido para compartir, etc. El grupo de la carpa acompaña y sostiene la tarea. Hay gente de todas las edades. Para participar sólo se les pide que tengan ganas de compartir su fe, no hay una exigencia en particular. Después se ve lo que cada uno puede aportar: los jóvenes generalmente se encargan de jugar con los chicos, los adultos de misionar y preparar la comida, etc.
LA CASA DE RETIROS CURA BROCHERO
MSA: Respecto a la Casa de Retiros Espirituales Cura Brochero, sabemos que también fue una idea del padre Gino…
Padre Lucio: La Casa de Encuentros de Evangelización Cura Brochero tiene su prehistoria en los retiros populares de fines de semana organizados por un grupo de sacerdotes y laicos de la pastoral popular de fines de los años '70. Entre ellos estaba el padre Gino Gardenal quien, ordenado en el año 1977, en seguida comenzó a fomentar y organizar estos retiros en nuestra diócesis. Es una vivencia de un fin de semana, en el que uno vuelve a encontrarse con su experiencia de fe, en aquel momento recibida generalmente de su familia y pueblo de origen (la gran mayoría provincianos del norte argentino o de países limítrofes como Paraguay). La preocupación del padre Gino fue siempre cómo facilitar la participación de nuestra gente. Siempre era una dificultad conseguir casa para hacer los retiros, fundamentalmente por los costos. La gente pobre estaba privada de hacer un retiro espiritual. La casa se pudo inaugurar el 27 de febrero de 1983.
MSA: ¡Qué importante que los pobres tengan allí un lugar para ellos…!
Padre Lucio: Lo fundamental es que el pobre tiene un lugar donde retirarse y encontrarse con Dios, consigo mismo y con sus hermanos. La gracia de Dios se hace manifiesta en lo gratuito de la casa, en la disponibilidad de quienes trabajan en ella, en las conversiones de vida de tantos hermanos y hermanas…
Todos los años se llevan a cabo 6 encuentros de señoras y 6 de hombres; 3 de muchachos y 3 de chicas; uno de discapacitados y 2 de matrimonios. La casa también se brinda gratuitamente a hermanos de la Diócesis de Avellaneda-Lanús, que realizan 2 encuentros de hombres y dos de mujeres al año; y de Laferrère, que lleva adelante 3 de hombres y 3 de mujeres.
Los otros fines de semana que quedan libres, la casa está a disposición de organismos y parroquias de la diócesis. También algunas escuelas del Estado y organizaciones sociales aprovechan las instalaciones durante la semana.
En los meses de enero y febrero se realizan los Campamentos 'Brocherito': 250 niños por semana de los barrios más pobres de nuestra diócesis. Se hacen de lunes a viernes. Cada semana trabajan 50 jóvenes de las parroquias a las que pertenecen los niños y otros tantos adultos. Se organizan juegos, dinámicas, momentos religiosos, etc. Por supuesto, que la participación es abierta: no es necesario que pertenezcan a nuestra comunidad eclesial. En todo caso, el criterio es que sean los más pobres. Todo el trabajo es con voluntariado y los alimentos y demás recursos se obtienen por donaciones y algunas actividades que se realizan para juntar algo de fondos.
PARA COMUNICARSE
Casa Cura Brochero
Trenque Lauquen 2551 - Barrio El Rocío - Bosques.
Florencio Varela - Buenos Aires
(011) 4221-9904
(los fines de semana)
Padre Lucio Carvalho Rodrigues: (011) 4216-9731