Camino de vida 561
La Biblia: la mejor vacuna de la Iglesia contra el cerramiento y la autoconservación
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El Papa a los jóvenes: En ninguna época fue fácil vivir la fe en Jesucristo
El obispo esta mañana entregando al Papa la imagen de Angelelli pintada por los presos de Batan. Nos tiene muy presentes a todos. |
Necochea, 26 de abril de 2019
Preparando la liturgia del 2º domingo de PASCUA Lecturas y comentario
José
Luis Sicre: Dichosos los que creen a pesar de lo que ven. Todas las apariciones
de Jesús resucitado son peculiares. Incluso cuando se cuenta la misma, los
evangelistas difieren, como si quisieran acentuarlas para que no nos quedemos
en lo externo, lo anecdótico.
José
Antonio Pagola: De la duda a la fe.
El ser humano va caminando por la vida lleno
de incertidumbres y dudas.
Florentino Ulibarri: Signos Pascuales. Nuestras entrañas
cerradas se llenaron de risas y cantos, luces, gritos y danzas, porque Tú,
Señor crucificado, estabas, en medio, resucitado, dándonos tu paz y Espíritu.
Vicky Irigaray: Has resucitado Jesús. Hoy la resurrección
se hace presente, se vive y se reconoce donde se lucha por la vida y se combate
contra todo lo que deshumaniza y mata.
Anáfora: Fe y confianza. Realmente es justo
que te demos gracias, Padre santo, porque has dejado tu huella en la persona de
Jesús y, a través de su vida, te has revelado a la humanidad.
EVANGELIO EN AUDIO: Marcos 16,9-15
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Los relatos evangélicos de la resurrección y del Resucitado nos ayudan a pensar mejor el tema central del cristianismo, que consiste en la "relación" y la "unión" que, en Jesús, se da entre "lo divino" y "lo humano" "lo trascendente" y "lo inmanente".
Por esto el evangelio de Marcos destaca dos cosas: 1) El hecho de la resurrección de Jesús. 2) La resistencia de los discípulos para aceptar que era verdad ese hecho.
Estos dos hechos siguen adelante en la historia. Y son motivo de confusión para no pocos cristianos.
Es importante distinguir que no es lo mismo"realidad"que"historicidad". Lo real no coincide con lo histórico. Por ejemplo. Dios es una realidad (que se acepta por la fe, no por la evidencia). Pero Dios no es realidad histórica. Porque la historia está determinada por las coordenadas del espacio y el tiempo. Pero Dios no está ni limitado por el espacio, ni fijado por el paso del tiempo. Por tanto, se puede y se debe decir que Jesús resucitó realmente, pero que la resurrección no es un hecho histórico. -
La resurrección trasciende la historia. En la mañana del domingo de Pascua, Jesús no regresó al espacio y el tiempo, sino que trascendió el espacio y el tiempo. Lo cual explica las resistencias de los discípulos a creer en el Resucitado. Ellos sabían que estaba vivo. Pero no le veían, ni sabían dónde estaba, ni cuándo lo verían. Y es que, para creer en la resurrección, es decisivo tener presente que hay otra forma de existencia, que no conocemos, pero que es tan real como la nuestra. Es la forma decisiva y sin fin que nos espera, la que tenemos prometida. Esto es lo capital para nosotros cuando pensamos en Jesús el Viviente.
- Al no estar condicionado por el espacio y el tiempo, Jesús está presente en el mundo, en la vida, en cada ser humano y en la naturaleza entera de una forma que nosotros no podemos ni imaginar. Jesús está vivo y presente en todo lo que es vida, belleza, felicidad, esperanza, paz. humanidad.Creer en el Resucitado es asumir lo mejor de nuestra humanidad y contagiarlo a los demás. Esto es lo que distingue al auténtico creyente en Jesús y su Evangelio.