Camino de vida 518
Necochea, 28 de junio de 2018
El evangelio de esta semana
nos relata dos milagros de Jesús con un común denominador: es la fe la que
consigue el prodigio. Una fe que tantas veces podríamos traducir como
auto-confianza personal.
Cuántas veces hemos visto a
Jesús ocuparse precisamente de los marginados de la sociedad. Sus acercamientos
siempre empiezan por derribar esos convencionalismos que separan. Y es que recuperar
la dignidad es el primer paso para alcanzar la sanación.
José
Luis Sicre: En busca de la mejor medicina.
«Yo soy la resurrección y la vida» es también el gran mensaje de la
resurrección de la hija de Jairo.
Fray Marcos: ¡Basta que tengas confianza! ¿En quién? Esta es la clave. En nada ni en nadie que no esté ya en ti.
En tu verdadero Ser, en lo que la Vida te está dando.
José Antonio Pagola: La fe grande de una mujer.
El evangelista Marcos presenta a una mujer
desconocida como modelo de fe para las comunidades cristianas.
Florentino Ulibarri: Talitha Qumi.
A ti, que eres pobre y pequeña, que desconfías de mi amor y presencia, que
vives en el destierro y la periferia, que dudas del sentido de la historia y de
tu vida…
Vicky
Irigaray: Aumenta nuestra fe.
La fe es capaz de sanarnos de raíz y darnos la vida
en plenitud. Que todos nosotros seamos cauce de fe, salud y vida en nuestros
entornos.
Material
multimedia
¿Qué es un cardenal? ¿Y un consistorio?